sábado, 7 de septiembre de 2019

Manguareando

Un pretendido Diccionario Venezolano que se consigue en Internet pretende definir el manguareo como el arte de no hacer nada, de eludir la responsabilidad y buscar siempre excusas para no cumplir con sus obligaciones o "echar el carro". La excusa principal de los manguareadores es que "están ladillados". Bueno, yo prefiero recordar a Aristóteles, que escribió en su Metafísica que los primeros que filosofaron fueron los sacerdotes egipcios, porque al no tener nada que hacer, disfrutaban de la libertad del ocio, el precioso "tiempo libre" que en griego se llama "skhole". La escolástica es, en parte, el arte del manguareo.

Bicho metálico con dientes
Mi estimadísimo profesor tutor de mi tesis de filosofía quería hacer una diferencia moral entre el "ocio" y el "tiempo libre", condenando el primero como alienación y loando las virtudes del segundo. Pero en realidad es una mera cuestión de palabras. Yo confieso mi ahesión al nominalismo y al manguareo, que me permite encontrar cosas inútiles pero hermosas como ésta:

Pseudo-mandala semi-jeroglífica, o Cuidado con el Garimpeiro
Revisando mi archivo fotográfico, recordando mis largas noches de ocio cuando me ocupaba de tomar fotos de larga exposición, que luego someto a procesos de edición y distorsión, puedo presumir de algunos hallazgos. Al menos son rarezas y son mías.

Calle con manchas
La otra vez que hice una entrada al blog para publicar mis "creaciones" quise citar a Rilke, de sus Cartas a un joven poeta (Briefe an einen jungen Dichter), palabras que valen como mi teoría estética: "Usted pregunta si sus versos son buenos. Me lo pregunta a mí como antes lo preguntó a otras personas. Pues bien... nadie le puede aconsejar ni ayudar. Nadie... No hay más que un solo remedio: adéntrese en sí mismo... líbrese de los motivos de índole general. Recurra a los que cada día le ofrece su propia vida. Describa sus tristezas y sus anhelos, sus pensamientos fugaces y su fe en algo bello; y dígalo todo con íntima, callada y humilde sinceridad. Valiéndose para expresarse de las cosas que lo rodean. De las imágenes que pueblan sus sueños. Y de todo cuanto vive en el recuerdo. (...) Si su diario vivir le parece pobre, no lo culpe a él. Acúsese a sí mismo de no ser lo bastante poeta para lograr descubrir y atraerse sus riquezas. Pues, para un espíritu creador, no hay pobreza. (...) Una obra de arte es buena si ha nacido al impulso de una íntima necesidad. Precisamente en este su modo de engendrarse radica y estriba el único criterio válido para su enjuiciamiento: no hay ningún otro."

Ojo dañado
En la edición digital hay criterios técnicos, válidos cuando se emplea para algún fin determinado y utilitario. Pero eso no me interesa realmente. Yo estoy en otro tipo de búsqueda. Y quiero mantener viva mi capacidad de asombro para con las cosas más sencillas, como decía el gran Aquiles Nazoa.

Hermoso
Un reflejo en un charco, una luz que pasa, cualquier cosa que me diga algo vale la pena. Nada es trivial. "Hay otros mundos, pero están en éste": esa frase de Paul Eluard resume el sentido más profundo del surrealismo (que mucha gente confunde con una especie de absurdo cruel, pero que es realmente una búsqueda de lo maravilloso oculto tras la máscara de la trivialidad).

Pan pal pueblo
Luego se va refinando la técnica, se descubren cosas. La edición digital oculta siglos de experimentación de miles de artistas, desde los rupestres hasta los abstractos y deconstructores.

Fuego frío

Horror vacui

Una patria