lunes, 21 de septiembre de 2020

Se te sale la baba por el tapaboca

 


¡Si todos los chinos dan una patada en el suelo toda la tierra tiembla! A continuación les presento a mis cuatro gatos lectores un chiste chino (para gente pensante) que circuló bastante en la nube… hace como un mes. A pesar de lo efímero que se ha vuelto todo, vale la pena recuperar este fragmento en particular de la infosfera. Aunque ya esté pasado de moda. El tema del chiste es que el Presidente Mao regresa del más allá y nos pregunta cómo nos ha ido en su ausencia.


 

Ahora voy a traducir la traducción al inglés (recordando que, si la traducción es una traición, la traducción de la traducción es una traición a la traición):

Presidente Mao: ¿La gente come completo?

Nosotros: ¡Comen tanto que están a dieta!

PM: ¿Todavía son capitalistas?

N: ¡Ahora hacen negocios en el extranjero!

PM: ¿Producimos más acero que Inglaterra?

N: Sólo Tangsham produce más que todo EE.UU.

PM: ¿Derrotamos al imperialismo social (la URSS)?

N: ¡Se disolvieron solos!

PM: ¿Aplastamos al imperialismo?

N: ¡Ahora nosotros somos los imperialistas!

PM: ¿Y qué fue de mi Revolución Cultural?

N: ¡Ahora está pasando en EE.UU!

 

REUTERS/Sara K. Schwitek

Hace unos días pasó medio desapercibido el 11 de septiembre, fecha en que se conmemoran dos acontecimientos funestos: el golpe de estado de Chile en 1973 —eterno recordatorio de la amenaza que pende sobre cualquier país pequeño que quiera sacudirse el dominio del Imperio Anglo-sionista— y los espectaculares pero nunca aclarados atentados de 2001. Pero si nos limitamos a la historia de las primeras décadas del siglo XXI, quizás los dos sucesos más determinantes en ese período han sido y serán 1) la paranoia contra el terrorismo “islámico” desatada tras la caída de las Torres Gemelas y 2) la declaración de cuarentena global por el coronavirus a partir de marzo de 2020. Hay una continuidad entre los dos hechos. En ambos casos, se trata de la estimulación a nivel planetario de la manía persecutoria colectiva a favor de una casta plutocrática cuyo inmenso poder no ha hecho más que crecer con la pandemia y que no conocemos porque lleva una máscara más impenetrable que el resto de nosotros. Y sus métodos sólo se han refinado con el tiempo. Han hecho realidad los sueños más extremistas del sobrino de Freud y teórico del dominio mental de la población humana, Edward Bernays.


 

El método paranoico-crítico consiste fundamentalmente en una evaluación estética profunda de las teorías conspirativas, las únicas que pueden ayudarnos a ver algo en este tejemaneje donde todo el mundo miente o está engañado. Aplicando el método, obtengo la siguiente versión de los hechos: la economía mundial entró en un colapso histórico, hay una ruptura total del sistema global que imperaba desde que terminó la Segunda Guerra Mundial, y la Guerra Fría 2.0 está calentándose peligrosamente. Para disimular estos hechos y atenuar sus consecuencias, los Amos del Mundo decidieron paralizar toda la actividad económica del planeta utilizando la pandemia menos mortífera de la historia para que toda la humanidad se muriera de miedo y se resignara a vivir en un permanente estado de sitio. Para salir de esa parálisis, se habla del “Gran Reseteo” del sistema mundial. Apretar el botón de pánico y re-inicializar desde cero.


 

Eso es lo que viene: el nuevo sistema operativo global será el tecno-totalitarismo. Al menos eso quieren los mega-pluto-tecnócratas, los dueños de las funestas Redes Sociales, las empresas más ricas y poderosas que hayan existido en la historia, porque manejan la mente humana. Pepe Escobar habla de un neo-feudalismo digital donde el Contrato Social será sustituido por un omnipotente Algoritmo Social. Temporalmente, el turbo-capitalismo está frenado, pero sus aspiraciones globalistas chocan con la resistencia de antiguas civilizaciones-estado: China, Rusia, Irán, Turquía, están buscando su propio camino, su propia versión del mundo post-Revolución Francesa, post-Revolución Industrial, post-Revolución Islámica, post-Revolución Digital, a la espera del cuarto salto cuántico de la técnica humana. El Gran Reseteo puede ser el principio de una mutación del homo sapiens que podría llegar a producir el ¿homo cyber? ¿El homo astralis? Hay que estar atentos y no dejar que la baba se nos salga por debajo del tapaboca.